viernes, 7 de mayo de 2010

Mi confrontación con la docencia

Tema: ¿Cómo percibo mi docencia?

Tengo que iniciar este relato comentando sobre mi profesión de origen. Pues bien soy cirujano dentista egresada de la FES Zaragoza-UNAM, cuando estudié esa carrera quede convencida que eso era lo que quería hacer el resto de mi vida (ciertamente lo sigo haciendo, ya que tengo mi consultorio privado donde consulto por las tardes), pero hubo una situación que me acerco poco a poco a este nuevo mundo de la docencia. Cuando terminé la carrera realice mi servicio social en una clínica de la facultad en el área de prótesis bucal, los trabajos que realizaba eran el 90% en el trabajo con los pacientes y en 10% apoyando a mi jefe en las clases que impartía en la facultad con los alumnos del último año de la carrera, ya saben ayudando con el cañón y las diapositivas, en fin, en una ocasión mi jefe del servicio tuvo un contratiempo para llegar a la clínica y me llamó en la mañana para pedirme que lo supliera con un grupo en la clase que tenía a las 9 de la mañana, me dijo el tema y… la verdad entré en pánico, no le pude decir que no, la verdad casi nunca digo que no soy muy aventada, pero sí me dio mucho miedo. Preparé como pude el tema, las diapositivas las había dejado él en la clínica y me fui a la escuela, lista para dar ¡mi primera clase¡ ¿quién lo iba a decir, verdad? Y así fue, di la clase y cuando salí del salón me abordaron algunos alumnos para preguntarme cosas sobre el tema y me llamaron, maestra algunos otros doctora, la verdad, fui a la cafetería por un café y se me salieron las lágrimas de emoción, el simple hecho de que te llamen maestro es algo increíble, esa simple palabra encierra muchas cosas, desde el respeto que nos tienen los alumnos hasta la responsabilidad tan grande que uno tiene para con ellos, fue muy emocionante. Creo, bueno estoy segura que ahí inicié mi vocación de ser maestro, de enseñar, de ayudar a los demás a aprender.

Pasaron algunos años y en 2003 meses después de haberme casado, tuve la necesidad de buscar otro trabajo y recordé mis épocas de maestra en la facultad así que me di a la tarea de buscar trabajo de docente y fue así como llegue al CECyT 1 del IPN, cuando fui a la entrevista, la verdad moría de miedo, creo que no era tan joven tenía 26 años pero aparentaba menos edad, y pues después de la entrevista y de mi examen de oposición me contrataron. Así inicié mi trabajo docente, la verdad ha sido muy gratificante en muchos sentidos, he conocido personas muy valiosas que me han ayudado a crecer como persona pero sobre todo lo que más me ha llenado ha sido el trabajo con los muchachos, ellos me ayudan día a día a superarme como su maestra, su agradecimiento al terminar cada semestre, esa sonrisa para con mi persona, de verdad, no se pagan con nada.

El hecho de trabajar con alumnos de nivel medio superior, es todo un reto no lo niego, es muy difícil, sobre todo en épocas recientes, donde he notado que los muchachos se comportan más rebeldes, pero sé que detrás de esa rebeldía se encuentra un chico con ganas de triunfar en la vida, sólo que le es difícil encontrar el rumbo para hacerlo. Incluso he podido hablar con algunos de ellos y me cuentan muchos de sus problemas de índole personal, y pues trato de orientarlos lo mejor que pueda, a veces le pido ayuda a mi marido (él es psicólogo educativo) y me da algunos consejos para orientarlos mejor.

Pero también reconozco que en este difícil camino he tenido muchas insatisfacciones, problemas laborales con los compañeros en ocasiones (que nunca faltan), dificultad para trabajar con algunos alumnos demasiado rebeldes, y en otros casos, la enorme complejidad de ayudar a alumnos a que entiendan mi asignatura, alumnos a los que les cuesta en demasía el estudio, alumnos dispersos y que de verdad, les doy asesorías personales pero ni así logro que acrediten la materia, eso ha sido lo más frustrante que he sentido.

Confío pues que debo seguir preparándome para encontrar nuevas técnicas de enseñanza y aprendizaje, y sé que esta especialidad me va a ayudar.

2 comentarios:

  1. Comparto la idea de que la docencia de repente también deja tragos amargos, uno se enfrenta también a muchos problemas con otros compañeros, o incluso con los mismos alumnos... es algo que aún no sé cómo enfrentar, gracias por compartirlo

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  2. Hola Compañera Tony, al leyendo tu blog estoy deacuerdo con tus ideas, me he dado cuenta que a veces aunque el maestro se esfuerze en dar bien su clase, de forma dinámica, comprensile y con debates, varios alumnos no están dispuestos a estudiar, y en ocasiones, llegan a distraer o a molestar a los que en realidad quieren seguir preparandose, en fin, vivimos en un mundo complejo, pero eso le da sabor a la vida.
    Muchos saludos ^_^, y espero que puedas visitar mi blog y compartir tus puntos de vista ^_^.

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